RTC 31

INVESTIGAR EL TEATRO. VENEZUELA

TU TERNURA MOLOTOV O LA PARANOIA DEL AMOR

Por Juan Martins

Gustavo Ott con su pieza Tu ternura Molotov - Premio Internacional Ricardo López Aranda (España) 2003 - nos ofrece el tratamiento de las emociones y las condiciones de la vida, esta vez, de la vida "interior" de los personajes y de su contexto individual. Al introducirse en aquel espacio subjetivo la dinámica de los personajes ya no se define por el ritmo de la anécdota o por el encuentro entre ellos sino que estos personajes tendrán preocupaciones más reducidas.
Sabemos que hasta ahora, en anteriores piezas de Ott, los personajes se han presentado como habitantes de la urbe. Es decir, las condiciones de la vida en la ciudad componían las estructuras de las escenas y, por tanto, eran el fundamento mismo del texto dramático. No es que, con esta pieza, deje de importar la vida de las ciudades en los personajes, sino que se desplaza la relación que tienen con la ciudad hacia una relación, ahora, más íntima, individual y reservada a las emociones de la pareja y de la vida familiar.
De alguna manera siguen presentes formalidades y tendencias estilísticas de piezas anteriores, pero acá importa más la correspondencia de pareja (expresada en situación teatral), y el ámbito individual y subjetivo al que aquella pertenece.... En Tu ternura Molotov esta individualidad de la pareja le sirve al autor para sujetar, con síntesis dramática, las definiciones del amor, la tolerancia y la vida religiosa del hombre. No se queda sólo en el plano del parlamento de una pareja ("Daniel" y "Victoria"). Eso sólo es una excusa. Aquí, por el contrario, importan más aquellas condiciones dramáticas con las que se trata el tema del amor en la pareja y la tolerancia. Se impone lo estilístico como técnica. Gustavo Ott se apega a su técnica y le funciona. El ritmo de la pieza le otorga las inconstantes que le permiten decir de este y de cualquier tema las cosas de una manera teatral. Y esas "cosas" se establecen mediante signos teatrales que el autor sabe muy bien cómo usar. El ritmo de la pieza se estructura de modo que el lector-espectador va a participar en la situación dramática, es parte de todas las tensiones que se crean en el espacio escénico. Por ejemplo, el uso de una caja (como signo no verbal del texto) va descomponiendo aquella aparente vida sosegada - con todos los códigos burgueses - hasta enfrentarse a una crisis y a la propia realidad de la pareja, la cual ha perdido los valores humanos que le permitirían definir el mundo. Este resulta reducido por la mediocridad y la mentira, por el temor, por el odio al otro y la no aceptación del otro, o sea, por la incapacidad de admitir las diferencias naturales entre las religiones, culturas y etnias: la pérdida del otro que está en mí, la pérdida de mi yo como identidad de lo alterno, la pérdida de la alteridad en los seres humanos cambiantes que somos:

DANIEL.- Victoria, la caja...
VICTORIA.- ¡¡Yo estoy lista!! ¡Vente, vamos a tener un niño!
DANIEL.- Lo envía el FBI.
VICTORIA.- Efe.. qué?
DANIEL.- FBI. Dice FBI.
VICTORIA.- ¿La policía?
DANIEL.- Eso parece. FBI.

Con técnica y dominio del oficio el autor va organizando dramáticamente los ritmos de la pieza. Mediante ellos impone el objetivo del drama hasta alcanzar el clímax final. Entonces el signo que representa la caja se define: signo abierto, lugar de vacío que contiene el pasado, que connota la memoria o un lugar de recuerdos y de reserva. Por eso la relación que se establece entre la caja y el apartamento - donde se desarrolla la escena - determina los acontecimientos. Finalmente el encerramiento de la pareja no es otra cosa que una metáfora de la segregación religiosa o racial que introduce un elemento diferenciador en la pareja:

VICTORIA.- ¿Qué voy a recordar yo, Daniel? Hace doce años. No sé, alguna invitación, amigos. ¡Ya lo recuerdo! Unos amigos tenían una casa cerca de Columbia University. Cosas de estudiantes. Las fiestas, los conciertos, los amigos, las amigas.
DANIEL.- Los novios.
VICTORIA.- Nueva York es muy loca, ya lo sabes.

Y luego aquel elemento diferenciador asciende hacia una disconformidad mayor: la religión como elemento político de violencia y muerte. Por otra parte, un agregado: el humor se desarrolla como estilística: ¿Aló? -dice Victoria- /¿Operadora? ¿Me puede dar el código de Teherán?/¿Cómo que Teherán qué? Teherán en Irán. ¿Que qué es Irán? ¡Un país, imbécil...
En la estructura dramática la modulación de la emociones deviene eje del discurso. Entonces la "caja" es, además de signo, un actante conductor del relato teatral. Todo cuanto acontece en las escenas se deriva de lo encontrado allí: los recuerdos, la memoria. De este modo la actitud de la pareja se va descomponiendo para decirnos el odio de un ser humano hacia otro y la pérdida de la identidad. Y eso sucede, sobre todo, por temor y desconocimiento del otro. El no reconocimiento de la diferencia descompone toda la relación de esta pareja. El odio y el temor son caras de una misma moneda ante la realidad de la violencia.
Los personajes entonces inducen la dinámica del drama. Ott asume el riesgo de hallar profundidad en sus figuras de modo que los personajes estructuran la sintaxis del relato teatral. Se hilvana determinada "gramática" teatral (cadencia y relación de una escena con la otra, y manera en que los personajes se introducen en la escena). Si bien el cuidado de los personajes puede atentar contra otros aspectos del tratamiento dramático del texto, para Ott es un riesgo conciente. Sin lugar a dudas. Y lo sabemos porque ese ejercicio escritural se repite en piezas más recientes como Nunca te he negado una lágrima o 120 vidas x minuto, que señalan una nueva etapa en su dramaturgia.
Expliquemos un poco lo anteriormente expuesto. En Ott empezamos a leer una dramaturgia despreocupada por el tema de lo femenino, lo que da lugar a la rigidez del relato, o sea, de lo narrativo, y así a la inherencia del personaje como principal recurso del texto dramático. Por su parte, la tensión dramática se centra esta vez en la historia emotiva de los personajes. De allí que la historia se imponga desde lo que ellos viven y componen en su entorno:

VICTORIA.- ¿Quién es?
VOZ.- Federal Exprés.
VICTORIA.- ¿Correo? ¿A esta hora?
(Abre la puerta. habla por unos instantes con el cartero, que no vemos.)
VICTORIA.- Sí, es aquí.(A Daniel.) Es para ti, Daniel.
DANIEL.- ¿De quién?
VICTORIA.- (Entra Victoria con una caja. comienza a abrirla.) Para Daniel Ramírez y viene de la Alcaldía. Se ve un poco rara. Tiene fecha de... ¡Hace 15 años!
DANIEL.- ¡Hace 15 años! ¡Imposible!

Lo que no es casual aquí es la reiteración de la "caja" como signo teatral (recordemos que en este caso representa un signo no verbal); pero en este momento del drama se invierte la relación SUJETO-OBJETO, aun en la misma situación dramática en que se encuentra el diálogo - rítmico y teatral - de una pareja. Los roles cambian de víctima a victimario, de acusador a acusado y viceversa. Sin embargo, el signo está presente, determina la acción, y otorga sentido al conflicto de la pieza. Es, como decía, eje actancial de la futura obra teatral. No sé por qué ahora me recuerda al teatro de Rodolfo Santana, en el que la historia y el drama se edifican desde una técnica del personaje. Quizás en parte sea esta una de sus herencias literarias; pero no lo sabremos con exactitud sin un estudio comparado que exigiría un espacio mayor de análisis.
Si comprobáramos que la inclinación al tratamiento subjetivo de los personajes se manifiesta como una constante en otros dramaturgos, estaríamos quizás frente a un elemento definidor de una vanguardia en la actual dramaturgia venezolana. Le toca a la crítica sacarla a flote. Se nos avecina una tendencia dramatúrgica que está en pleno proceso de definición.
Es curioso que, entre las revelaciones que nos hace la dramaturgia de Ott, nos encontremos con su apego a una postura política y a cierto carácter de denuncia. Ott sacrifica una estilística anterior - que tanto éxito le ha otorgado - para explorar dentro de su propio discurso. Tratando de renovarse, buscando otros silencios, nuevos hallazgos, Gustavo Ott esta marcando una tendencia.

 

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