FRANCIA-AMÉRICA LATINA. ENTREVISTA CON ADEL HAKIM, CO-DIRECTOR DEL FESTIVAL ¿QUÉ TAL? DE ESCRITURAS DRAMÁTICAS LATINOAMERICANAS EN EL THÉÂTRE DES QUARTIERS D'IVRY
Por Lucía Masci
¿QUÉ TAL, FRANCIA?
Una de las especificidades del teatro, en tanto lenguaje artístico, es que exige la comunión de presencias, tanto para su producción como para su recepción. Una suerte de asamblea, el teatro constituye entonces, también, un espacio privilegiado para la reflexión y producción colectiva de pensamiento en torno a las temáticas que atañen a cada sociedad en cada momento de su devenir histórico. En este sentido, es importante constatar que existen teatros más propensos que otros a profundizar en esta característica y a generar, más allá de los espectáculos concretos, una comunión con su público propio. Este es el caso del Théâtre des Quartiers d'Ivry, dirigido en esa ciudad periférica de París por el dramaturgo, director y actor Adel Hakim y la actriz y directora Elisabeth Chailloux, y cuyas propuestas artísticas están siempre ligadas a su particular cometido social.
Pero lo teatral conserva, asimismo, en este mundo cada vez más globalizado, la experiencia de lo local, en la medida en que tanto hacedores como público comparten el momento del espectáculo pero también las experiencias sociales y culturales que los rodean. En el caso del Théâtre des Quartiers d'Ivry esta situación es más que clara. Se trata de un teatro fundado en los años setenta por el gran director francés Antoine Vitez quien, según Adel Hakim, "tenía una visión del teatro como inscrito en la ciudad". Esta es la visión que se ha profundizado y se mantiene hasta hoy en ese teatro, con las variaciones que el propio devenir de una sociedad otorga a esta característica. De hecho, señala Hakim, "nosotros estamos en un barrio pobre, y hay una voluntad de la Municipalidad, tomada por nosotros como nuestra voluntad artística, de hablar con la gente sobre temáticas que conciernan a esa gente. Por eso nuestro repertorio no se aboca a temas convencionales sino a temáticas que suscitan siempre la curiosidad, la interrogación, la reflexión del público". En este sentido, el abanico de propuestas es muy vasto y puede abarcar "desde una obra clásica de un autor francés del siglo XVIII, hasta un texto contemporáneo con una estética muy diferente". Sucede que lo importante, para el director de este teatro, es el hecho de que "tanto una obra como la otra sean puestas en relación con la realidad que vive la gente en esta parte de París".
Este es el marco en el que se viene desarrollando, bajo la dirección de los propios Hakim y Chailloux, el Festival ¿Qué tal? de escrituras dramáticas latinoamericanas, y es importante tomar en cuenta entonces, a la luz de lo consignado, que se trata de una posibilidad de relectura, por parte de este público específico, de dramaturgias que logran adquirir así, del otro lado del Océano Atlántico, nuevas dimensiones y significaciones. En este sentido, Hakim señala que "un intercambio no es simplemente ir a mostrar una producción de un país a otro país, sino que debe haber una relación que perdure y crezca con el tiempo. Una muestra puede, sí, ser interesante, pero no es suficiente. Para que haya un intercambio, debe existir la posibilidad y el hecho de que artistas de diferentes culturas teatrales puedan trabajar juntos". De hecho, todos los artistas implicados han logrado trabajar en diferentes niveles de un real intercambio, ya sea en talleres, ya sea en el desarrollo de las propias puestas. Pero, ¿por qué dramaturgias latinoamericanas? "En el Théâtre des Quartiers d'Ivry - responde Hakim - tenemos la misión de trabajar con culturas diferentes a la europea. El año pasado, por ejemplo, hicimos un ciclo sobre las escrituras dramáticas africanas. Antes habíamos trabajado con las escrituras de Asia Central, y este año decidimos, a partir de la fuerte relación que tenemos con América Latina, trabajar con las escrituras sudamericanas".
EL FESTIVAL
Mientras nos disponemos a realizar un balance más detallado sobre los resultados y las características de este Festival, por ahora sólo diremos, a grandes rasgos, que la selección incluye obras de Argentina, Venezuela y Chile, con hincapié en este último país y en su dramaturgo Benjamín Galemiri, con quien Hakim mantiene una relación personal y de intercambio profesional desde hace ya varios años. En Chile - comenta el director - "he dirigido obras, he realizado talleres, he hecho obras de egreso de instituciones como la Universidad Católica o la Universidad de Chile. A Galemiri lo conocí en su país, y desde el primer momento me interesó su escritura subversiva y violenta, ese teatro que no es políticamente o estéticamente correcto. Luego, el Teatro Nacional de Chile me pidió en dos ocasiones realizar puestas en escena de sus obras, y ellas fueron la de "Los principios de la fe" hace dos años y la de "Déjala sangrar" este año, dos obras que están ahora incluidas en el repertorio de ¿Qué tal?"
El Festival, que comenzó en febrero y se extenderá hasta el próximo 8 de abril, propone seis montajes en el nuevo espacio Studio Casanova, que se estrena también con este evento. De estos espectáculos, cinco son piezas de Galemiri 1 ("Los Principios de la fe", "Materiales Galemiri", "El seductor", "El coordinador" y "Déjala Sangrar") y una ("Señoritas porteñas") pertenece al argentino Daniel Veronese. Cuatro lecturas semimontadas ("Edipo-Asesor" de Benjamín Galemiri, "Telarañas" de Tato Pavlovsky, y "Dos amores y un bicho" y "Fotomatón" del venezolano Gustavo Ott) completan el programa. A excepción de "Los principios de la fe", que fue traducida al francés por el propio Hakim, todas las piezas tienen la impronta de la reconocida traductora y especialista en teatro latinoamericano Françoise Thanas.
LA SELECCIÓN
En cuanto al criterio de selección de los textos, el director señala que "el hecho de trabajar con estas escrituras en particular surgió un poco del deseo de los directores que forman parte del Festival. Por ejemplo, el director Christian Germain trabaja desde hace algunos años con la dramaturgia argentina, y como consecuencia de esto decidió dirigir un texto de Daniel Veronese y otro de Eduardo Pavlovsky. Por su parte, la codirectora del Théâtre des Quartiers d'Ivry, Elisabeth Chailloux, decidió montar dos textos del venezolano Gustavo Ott y, finalmente, en mi caso, tengo esta relación de años con Chile y con Galemiri, de modo que opté por dirigir algunas de las obras de su autoría que incluye el Festival ¿Qué tal?".
Respecto al marcado acento de este Festival de escrituras latinoamericanas en la dramaturgia del chileno Galemiri, un acento que proviene de la propia relación del director egipcio-francés con ese país sudamericano, Hakim responde que "el azar de la historia ha hecho que la relación con Chile sea mucho más fuerte, y no es una intención mía puntual sino que los encuentros en el teatro son un poco como los encuentros amorosos de la vida. Están muy relacionados con el azar, el deseo de un momento, etc. Lo que digo es que no es por falta de interés hacia otros países que me he relacionado tanto con Chile, sino porque sucedió de ese modo".
Sin embargo, las piezas seleccionadas responden, según aclara el director, a "un tema de contenido que es vital. Por ejemplo, la escritura de Eduardo Pavlovsky me gusta mucho porque es muy violenta y poco narcisista, y porque da una idea que molesta sobre el comportamiento humano. Esta molestia que Pavlovsky provoca me parece muy interesante, y me gusta mucho más que una escritura más consensual, o más intimista...esos son criterios para la selección de estas dramaturgias, y son criterios que forman parte de la política del Théâtre des Quartiers d'Ivry".
A esto cabe agregar un fragmento del prefacio al programa del Festival, en el que Hakim establece que "la selección de las piezas escogidas no pretende para nada ser representativa del teatro latinoamericano. Ninguna selección podría serlo sobre un continente tan vasto. Dentro de cada uno de los países representados, estas escrituras no son las más emblemáticas del teatro nacional. Pero, ¿qué podría representar un autor original, si no es a sí mismo? Las piezas propuestas afirman todas determinadas tomas de posición estéticas y políticas que provocan la polémica y la discusión. Es también esta radicalidad la que ha determinado nuestra elección".
EL CONTEXTO
Si en los últimos tiempos "banlieue"2 se ha convertido en sinónimo de "quema de autos", "violencia", "caos social", ese estallido no es, como señala el propio Hakim, para nada sorpresivo. El director apunta que "más bien me asombra que no haya ocurrido antes", y explica: "la situación es muy grave desde hace mucho tiempo, y es de por sí explosiva, en la medida en que existe una coexistencia muy cercana de una de las riquezas más grandes del mundo, como es la de París, con su gente llena de posibilidades de vida confortable, y muy al lado gente que no tiene nada. No tiene reconocimiento, no tiene dinero, vive una tasa de desempleo muy alta, etc. Esta gente es, además, producto de la inmigración, o sea, hijos y nietos de la colonización francesa en sus países, y entonces es muy comprensible que lo que está sucediendo ocurra. Es un problema muy difícil porque es además un problema histórico, y no solo coyuntural".
Pero al problema histórico se suman, como siempre, especiales coyunturas. "Por otra parte, hubo un hecho en los últimos diez años, y fue que el gobierno cortó los subsidios para las asociaciones, para la cultura, para los deportes, en fin: cortó todos los subsidios que el estado daba a estos barrios. Cuando se corta eso, se corta también el diálogo. Esto que está pasando está relacionado con la sociedad neoliberal, neocapitalista, y ese es un tipo de política que funciona tanto para la derecha como para la izquierda. Porque no es que esto haya sucedido porque el gobierno es de derecha, sino que hay que observar más allá y ver cuál es el tipo de política dominante. Es cierto que cuando el gobierno es de derecha la represión es mucho más dura y las posibilidades están realmente cerradas, pero eso empezó con el gobierno de izquierda, con el gobierno del socialismo francés."
LA FUNCIÓN SOCIAL DEL TEATRO
Ivry es, según señala Adel Hakim, una ciudad "que es comunista y que lleva mucho tiempo recurriendo a la cultura como medio para el diálogo entre los barrios y con esos jóvenes que están excluidos de todo". Esto implica que el teatro tiene allí, además de su natural función social, un cometido puntual y específico, y es proporcionar un espacio cultural propio a una comunidad que carece de toda oportunidad de acceso a las manifestaciones culturales de la "Ciudad Luz". Aunque el director cree que "no es suficiente", agrega - y no es poco - que "al menos las iniciativas del Théâtre des Quartiers d'Ivry mueven a los jóvenes a venir al teatro, a encontrarse consigo mismos, a reflexionar. Yo creo que también por eso en Ivry ha habido menos daño que en otras ciudades, donde la explosión social ha sido más desesperada. Nosotros hacemos talleres con los jóvenes, y ellos se interesan por obras contemporáneas o clásicas, al tiempo que se encuentran con un reconocimiento. Esos jóvenes están orgullosos de que haya un teatro que se ocupa de ellos en esta ciudad. Esto hace parte de la política cultural de la ciudad de Ivry, y esto hace también que las relaciones sean diferentes a las que se dan en otros lugares".
Todo esto conduce a la reflexión sobre el carácter político del teatro. En este sentido Hakim sostiene que "el teatro siempre es político. Aunque se trate de teatro comercial, que es un teatro conservador, ese tipo de teatro incluye un tipo de acto político. Lo mismo si se trata de un tipo de teatro que busca otra cosa, más allá del divertimento. No hay teatro que no sea político".
No hace mucho, Hakim declaró en entrevista con un importante diario chileno que "toda la gente de teatro es de izquierda", y la sentencia dio título a la nota. Cuestionado al respecto, el director sonríe y comenta que "como título es un poco desafiante, pero en definitiva yo pienso eso, ya que la gente de teatro tiene una idea de la utopía social y artística, o social a través del arte. El teatro es entonces una manera de juntar gente alrededor de una idea de la belleza, de la comunicación, de la reflexión, y es también una idea filosófica de la relación entre la gente. Todo eso es típico de la izquierda, y no de la derecha, que solo piensa en hacer más dinero y tener más poder. Hacer teatro es otra visión del mundo y de la vida y, según mi opinión, una visión muy de izquierda".
NOTAS
1 Puede consultar en este mismo número el prefacio de Adel Hakim a la "Galemiri, Anthologie", recientemente publicada en París. Volver
2 En rigor, "banlieue" significa suburbios, las afueras o periferia de una ciudad. (Nota de la Ed.) Volver
|